Padres y Madres:

 

Les doy una cordial bienvenida y agradezco su visita a nuestra página y  su interés en nuestra escuela Montessori.

 

Ciertamente, se han cuestionado acerca del método Montessori, sus ventajas, desventajas y su estilo de enseñar a nuestros niños.

 

¿Por qué un sistema Montessori?

 

Es prioridad entender que trabajar y dedicarse a niños preescolares conlleva una tarea de formación  y compromiso con la humanidad.

 

De nosotros los profesionales en esta área dependerá en gran parte la formación del futuro hombre y mujer, integrado en nuestra sociedad. La educación es un medio hacia la libertad cósmica que permite a nuestros niños en aprender con amor, por satisfacción y con el compromiso de responsabilidad para sí mismo y su entorno.

 

Cuando comencé el proyecto de Mi Escuelita Montessori lo hice y lo continúo  haciendo con la consciencia y el conocimiento, que los primeros años de vida en un niño  son fundamentales para su base, y su formación como ser humano.  La etapa preescolar en nuestros niños es de suma importancia. De aquí partimos en formar futuros seres integrados en la sociedad con una consciencia ambiental, con valores de respeto y paz hacia el prójimo.

 

En nuestro método educativo poseemos la responsabilidad de ver a nuestros niños como integrantes activos y llenos de potenciales. Si desde la base y durante los primeros años de vida nos dedicamos a cultivar la semilla de los valores, la independencia con responsabilidad y el deseo de realizar las cosas por amor y satisfacción, lograremos una educación  que no se limitará a los primeros años de vida, sino fomentaremos una preparación para la vida.

 

Esta debe ser la vertiente en cualquier sistema educativo. La misma responsabilidad que ejercemos para nuestros niños la extendemos a nuestros padres, madres y sus hogares, con el fin de darle continuidad a nuestra filosofía y método educativo. Son nuestros niños los herederos de nuestra sociedad y nuestro legado será en brindarle un desarrollo y una educación basada en amor y responsabilidad.

 

Cordialmente,

 

Diana Cortés

Directora